Archipiélago de Cabrera

Archipiélago de Cabrera

Nombre de la ZEPIM: Archipiélago de Cabrera

País: España, Comunidad Autónoma de Islas Baleares, Mallorca

Superficie: 10.021 hectáreas (8.703 marítimas y 1.318 terrestres)

Año de declaración: 2003

Razones por las que merece su declaración como ZEPIM: Presencia de las siguientes especies incluidas en el anexo II y III del Protocolo sobre las Zonas Especialmente Protegidas y la Diversidad Biológica en el Mediterráneo:

- Alga feófita: Laminaria rodriguezii, Cystoseira mediterranea, Cystoseira spinosa y Cystoseira zosteroides

- Alga rodófita: Lithophyllum lichenoides

- Plantas marinas: Posidonia oceanica y Zostera noltii

- Planta terrestre: Medicago citrina

- Invertebrados marinos: Aplysina cavernicola, Aplysina aerophoba, Godia cydonium, Tethya aurantium, Ophidiaster ophidianus, Centrostephanus longispinus, Lithophaga lithophaga, Pinna nobilis y Pinna rudis

-Peces: Hippocampus ramulosus, Hippocampus hippocampus y Mobula mobular

- Reptiles: Caretta caretta

- Reptil endémico: Podarcis lilfordi

- Aves: la gaviota de Audouin (Larus audouinii), la pardela cenicienta (Calonectris diomedea), la pardela balear (Puffinus mauretanicus), el cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis) y el paíño común (Hydrobates pelagicus ssp. melitensis), el halcón de Eleonora (Falco eleonorae), el águila pescadora (Pandion haliaetus) y la curruca balear (Sylvia balearica).

- Mamíferos: delfín mular (Tursiops truncatus), delfín listado (Stenella coeruleoalba) y el delfín común (Delphinus delphis) y murciélago de cueva (Miniopterus schreibersi).

- 22 Plantas terrestres endémicas: astrágalo de las Baleares (Astragalus balearicus), tragamoscas (Dracunculus muscivorum), hipérico Balear (Hypericum balearicum), aladierno endémico (el Rhamnus Ludovico-salvatoris) y, en cotas más elevadas, el boj baleárico (Buxus balearica). etc y sólo una subespecie endémica de Cabrera, la Rubia angustifolia ssp caespitosa.

Lista de hábitat amenazados de la ZEPIM

- Paredes verticales rocosas entre 0 y 90 metros de profundidad con representación del coralígeno.

- Comunidades cavernícolas de carácter esciáfilo

- Comunidades de Laminaria rodriguezii

- Fondos de maërl

Valores culturales: Castillo del siglo XIV, declarado monumento histórico-artístico. Conjunto de yacimientos arqueológicos terrestres y subacuáticos

Otras figuras de protección: Parque Nacional Marítimo-Terrestre (1991), LIC y ZEPA

Descripción: Cabrera es un pequeño archipiélago situado al sureste de la isla de Mallorca, constituido por una isla principal: Cabrera, seis islas menores y una docena de pequeños islotes. Posee un relieve accidentado y un contorno irregular que le proporciona una longitud de costa especialmente grande para su superficie.

El archipiélago de Cabrera, juntamente con las aguas y los fondos marinos que le rodean, constituyen uno de los espacios naturales mejor conservados del Mediterráneo, rebosante de vida, tanto marina como terrestre. Sus aguas sorprenden por su excepcional transparencia y visibilidad, por sus cuevas submarinas, en las que siguen apareciendo especies no catalogadas como la de varios crustáceos endémicos descubiertos en aguas de una cueva anquihalina. El hecho de que el archipiélago se encuentre alejado de núcleos urbanos y de no recibir ningún aporte de aguas continentales reduce al mínimo la contaminación de sus aguas, con lo que sus biotopos aparecen extremadamente conservados. Es precisamente la gran biodiversidad de estas aguas lo que ha permitido al Archipiélago de Cabrera su declaración como Parque Nacional y ZEPIM.

El archipiélago se extiende a lo largo de un eje NNE-SSO, constituyendo la prolongación emergida de la Sierra de Levante mallorquina. Los materiales más antiguos de Cabrera pertenecen al período denominado Keuper (Era Secundaria), con una edad aproximada de 200 millones de años. Son yesos de colores intensos. Son los materiales del Jurásico los más importantes tanto en extensión como en su relación con la geomorfología de la isla grande. Son materiales duros, formados en su origen en zonas marinas de aguas tranquilas, próximas a la costa. Los materiales blandos corresponden al segundo bloque sedimentario más importante de Cabrera, los materiales del Cretácico inferior, originados en zonas de mayor profundidad. El tercer conjunto de materiales mayoritarios en la isla grande son los del Eoceno. Estos materiales son ricos en nunmulites, uno de los fósiles más característicos de las rocas de la ZEPIM. Finalmente, los materiales más modernos (Cuaternario) se encuentran rellenando los pequeños valles de torrentera y la zona del valle que desemboca en la bahía del puerto.

En esta ZEPIM predominan los arbustos leñosos de hoja coriácea y pequeña, formadores de la garriga, matorral perfectamente adaptado a los rigores del clima mediterráneo. La vegetación terrestre está formada en buena parte por un matorral esclerófilo, denso y con frecuencia de gran desarrollo, que constituye la vegetación natural permanente, maquia de lentisco y acebuche. Algunos pinares constituyen el único estrato arbóreo de la isla. La riqueza en endemismos botánicos es notable, el archipiélago cuenta con 22 endemismos baleares entre los que cabe destacar el astrágalo de las Baleares (Astragalus balearicus), el tragamoscas (Dracunculus muscivorum), el hipérico balear (Hypericum balearicum), el aladierno endémico (el Rhamnus ludovici-salvatoris) y, en cotas más elevadas, el boj baleárico (Buxus balearica) y sólo una subespecie endémica de Cabrera, la Rubia angustifolia ssp caespitosa.

Del total de la superficie de la ZEPIM, 8.703 hectáreas corresponden al ecosistema marino, entre los 0 y los 120 metros de profundidad. El sistema bentónico de Cabrera contiene diversidad de biotopos sumergidos, con arenales, áreas rocosas y praderas de Posidonia oceanica entre los 0 y los 45 m de profundidad que se traducen en una elevada diversidad de especies de fauna marina. Además, la Posidonia sirve de biotopo a más de 60 especies de algas que viven sobre sus hojas (epífitos), y a un gran número de invertebrados que viven entre sus hojas y raíces (endofauna) o que las utilizan para realizar sus puestas. El papel ecológico de la Posidonia se ve reforzado como elemento fijador del terreno, pues evita la pérdida de arena de las playas.

Junto a la Posidonia se identifican otras comunidades marinas, entre las que caben destacar, por ser las de mayor diversidad, aquellas de las paredes verticales rocosas entre 0 y 90 metros de profundidad, que se dan principalmente en la zona sur, con representación interesante del coralígeno. También encontramos comunidades cavernícolas de carácter esciáfilo, fondos de maërl, comunidades de Laminaria rodriguezii, etc.

La fauna marina se compone de más de 500 especies, con 113 especies de briozoos, 22 de moluscos, 25 crustáceos, 87 esponjas y 214 especies diferentes de peces, lo que convierte a la ZEPIM en el espacio de mayor biodiversidad íctica de todo el Mediterráneo. Abundan las salpas (Salpa salpa), las doradas (Sparus aurata), las lubinas (Dicentrarchus labrax), las vacas (Lactoria corneta), el dentón (Dentex dentex), las obladas (Oblada melanura), el pez de tres colas (Anthias anthias), la rata (Uranoscopus scaber), el raó (Xyrichthys novacula), el pargo (Pagurs pagrus), el sargo (Diplodus sp.), la serviola (Seriola dumereli), el salmonete (Mullus sp.), los espetones (Sphyraena sphyraena), los pejeverdes (Thalossoma pavo), las vaquitas (Serranus scriba), las platijas (Solea sp.), las castañuelas (Chromis chromis) y un largo etcétera. En los fondos rocosos habitan los meros (Epinephelus guaza, Epinephelus alexandrinus), el cabracho (Scorpaena scrofa), y los rascacios (Scorpaena porcus), las morenas (Muraena helena) y los congrios (Conger conger), compartiendo espacio con los pulpos (Octopus vulgaris), con la tortuga boba (Caretta caretta), y en casos extremadamente raros con la tortuga laúd (Dermochelys coriacea). Sin embargo, ya no vive en el archipiélago la foca monje (Monachus monachus).

En cuanto a mamíferos marinos son frecuentes los avistamientos de delfines, principalmente el mular (Tursiops truncatus), aunque también aparecen delfines listados (Stenella coeruleoalba) y comunes (Delphinus delphis).

La nacra (Pinna nobilis) está protegida y su supervivencia está vinculada a la protección de los fondos marinos, la progresiva reducción de vertidos de todo tipo al mar y la prohibición de su recogida en las aguas accesibles a los buceadores. Estas medidas deberían ser suficientes para evitar su desaparición.

El número de mamíferos terrestres presentes en Cabrera no es demasiado elevado y abundan sobre todo los introducidos por el hombre: el conejo, que fue una pesadilla para los antiguos cultivadores de la isla. Para combatirlo se introdujo a la jineta. Son abundantes también la rata negra, el ratón, el gato cimarrón y el erizo moruno, además de cinco especies de murciélagos autóctonos.

Entre los reptiles, destacan de forma especial las poblaciones de lagartija balear (Podarcis lilfordi), endemismo isleño. Sólo en el Archipiélago de Cabrera se dan once subespecies que se distinguen por pequeñas variaciones en la forma y color. Son de talla más bien modesta, 15 centímetros de cabeza a cola, de colores azul y verdes, casi negro. El 80% de la población de este reptil endémico de Baleares se encuentra en el Archipiélago de Cabrera y casi cada isla tiene su propia subespecie, que han ido evolucionando de forma diferente debido al aislamiento genético a que han estado sometidas desde hace 6.000 años. La lista de reptiles se completa con la abundante salamanquesa (Tarentola mauretanica) y el escaso dragón rosado (Hemidactilus turcicus). Los anfibios son los grandes ausentes del Archipiélago, debido sobre todo a la falta de acumulaciones de agua, un bien bastante escaso en las islas.

Desde el punto de vista faunístico, lo más importante de la riqueza biológica de Cabrera, entre otras muchas cosas, es la abundancia y variedad de aves que viven o pasan por las islas y que se incrementa en época de migración, ya que miles de aves utilizan el Archipiélago como zona de descanso (se han catalogado hasta 130 especies diferentes). Ello ha hecho posible su declaración como ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves).

Para muchas de estas aves y rapaces, de las cuáles algunas se encuentran en peligro de extinción, la ZEPIM representa un área tranquila, idónea para la nidificación. Forman colonias en el Archipiélago especies como la gaviota patiamarilla (Larus michahellis), la gaviota de Audouin (Larus audouinii), la pardela cenicienta (Calonectris diomedea), la pardela balear - en grave peligro de extinción (Puffinus mauretanicus), el cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis) y el paíño común (Hydrobates pelagicus).

Entre las rapaces, destacan el cernícalo común (Falco tinnunculus), el halcón común (Falco peregrinus), el halcón de Eleonor (Falco eleonorae), que no vive permanentemente en las islas, pero que regresa todos los años para nidificar en los acantilados. También está presente el águila pescadora (Pandion haliaetus). En el interior de la isla de Cabrera, en los antiguos campos de cultivos, están muy bien representados los paseriformes, abundando de una manera especial los jilgueros, verdecillos, verderones y entre las que destaca por su interés la curruca sarda. En la costa se presenta también el roquero solitario.

Enlaces:

http://www.marm.es/

http://www.caib.es/govern/organigrama/area.do?lang=es&coduo=184

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